Se le suelta a alguien cuando se agranda, se hace el importante o va de sobrado, como si se hubiera comido el mundo. Es una forma medio en broma, medio en serio, de bajarle un cambio y recordarle que no es para tanto. Muy de charla entre amigos, con tonito de cargada.
"Ganaste un partidito y ya andás canchero saludando como famoso. Dale, no seas tan ancho, que el arquero era tu primo y te dejó pasar todo."