Se usa cuando alguien se pega un cagazo tan grande que se queda pálido al instante, como si le hubieran visto la cara a la muerte. El cascarudo en sí no es blanco, pero la frase exagera a propósito para remarcar el susto tremendo. Es bien de acá, bien campera, y la verdad es que suena genial.
"Estábamos en la laguna tranqui y de la nada saltó un bicho enorme del agua, el Nito se puso blanco como un cascarudo y casi se tira arriba de la conservadora del susto"