Se usa cuando alguien se hace el boludo y finge que no escucha o no entiende nada de lo que le dicen, aunque sabe perfectamente de qué va la cosa. Es como activar el modo sordo selectivo para zafar de quilombos o evitar hacerse cargo. Y hay que admitir que la imagen de la oreja de pescado es bastante graciosa.
"Le pregunté por la guita que me debe y se puso la oreja de pescado, miró el celular y tiró un no sé de qué hablás, amigo, alto caradura."