En Andalucía, una pechá es una hartá, un atracón o una paliza de algo. Repartirse la pechá es hacerlo entre varios, como decir: nos vamos a poner finos juntos, o nos vamos a pegar la currada a medias. Vale para comer, beber, trabajar o lo que toque. Suena muy de barra y muy real.
"Trae pan, que el puchero ha salido mortal y nos vamos a repartir la pechá aquí en el patio, con su cervecita y sin prisas, miarma."