En Sucre se suelta cuando algo te sale redondito y te queda de lujo: un plan, un negocio, un examen, lo que sea. Es como decir que te salió perfecto, que la rompiste sin despeinarte. Tiene ese toque de orgullo sano, de mirarte y decir: hoy sí que me lucí, qué nivel.
"Me puse a hacer empanadas sin receta y se vendieron todas en media hora. Hoy sí, me salió espejito y hasta me pidieron para mañana."