En Lima se le dice así, medio en broma y medio con miedo, al chofer de combi que maneja como si fuera dueño de la pista: se mete donde no entra, frena de golpe, se pega a los carros y hace maniobras suicidas. Es el rey del caos vial. Da risa, pero también te baja la fe.
"Causa, ese pata es el Señor de las combis: se tiró a la izquierda sin direccional, cerró a un taxi y todavía tocaba claxon como si tuviera la razón."