Se dice de alguien que va a mil, siempre apurado, como si tuviera un motorcito en la espalda. Hace las cosas rapidísimo, a veces con buena intención, pero con cero cuidado. Es el típico que termina antes que todos y después hay que arreglarle la mitad. Útil para retar con humor, pero igual pica.
"Mira al Juanito, es relámpago: armó el sándwich en dos segundos y dejó la mayo destapada, la cagó."