En Costa Rica, una teja es un billete de cien colones, la clásica moneda del pueblo para el fresco, el pan o el pasaje. Es plata pequeña pero salvadora cuando andás pelado y ocupás salir del apuro. Suena humilde, pero una teja bien usada te rescata el día, y hay que admitir que tiene su encanto.
"Mae, ando sin un cinco, ¿me tirás una teja para el fresco y las empanadas en la sodita? Mañana fijo te la devuelvo, palabra de tico."