Se dice cuando alguien está hecho polvo por dentro, con el corazón revuelto y la cabeza en modo drama. Vamos, que emocionalmente está para el arrastre, como si le hubieran pasado por encima. Lo de gochu es asturiano para cerdo, así que la imagen es esa: un desastre tierno, pero desastre al fin.
"Desde que María lo dejó, tiene el corazón hecho un gochu: se pone a escuchar baladas, mira la lluvia por la ventana y ni sale a tomar un culín."