Se usa cuando alguien tiene demasiada hambre, de esa que te deja medio temblando y con el estómago sonando como orquesta desafinada. Es una forma muy gráfica de decir que ya no aguantas más y necesitas comer urgente. Suena exagerado, pero justo por eso tiene tanta gracia y se usa un montón en la conversa diaria.
"Chamo, apúrate con ese almuerzo, tengo el ombligo parado desde antes que el gallo cantara y ya estoy viendo estrellitas"