En Trujillo se dice cuando alguien te quiere endulzar el oído para sacarte algo, ya sea info, un favor o hasta plata. Va con labia, gestitos y promesas medio truchas, como para bajarte la guardia. Ojo, porque el que “toca el codo” suele venir con segunda intención y cero vergüenza.
"No le cuentes nada al pata ese, causa. Te está tocando el codo con su floro y después te deja pagando, mejor hazte el loco y sigue de largo."