Se usa cuando alguien suelta una historia más falsa que billete de tres lucas, como diciendo que está chamullando bonito pero mintiendo igual. Es como decir que lo que cuenta es puro cuento, bien adornado y todo, pero nadie se lo cree. Y hay que admitir que suena fino para mandarlo al desvío.
"Ya pues, no me vengas con tocuenes, causa, si tú te ahogas subiendo un cerro, menos vas a correr una maratón en Lima."