Se usa para hablar de un turno de curro larguísimo, de esos que no se acaban nunca y te dejan reventado. Es perfecto para quejarte con los compis y dramatizar un poco lo explotado que vas. Suena a coña, pero cuando dices que te tocó un turnote es que has sudado la camiseta bien fuerte.
"Hoy me han clavado un turnote en el bar, he abierto con las legañas puestas y he salido cuando ya estaban barriendo la plaza Mayor"