Usado cuando quieres que alguien pruebe algo, especialmente si es comida o bebida típica de la región. Es como decir 'anímate y pruébalo' con un toque guajiro.
"Oye, primo, no te hagas el difícil y jalá este chicharrón de chivo, está pa' chuparse los dedos."
En Norte de Santander se usa jalá para referirse a un amigo cercano, casi parcero del alma, con el que hay plena confianza. Es como decir socio o llave, pero con sabor bien nortesantandereano. Suena cariñoso, cómplice y un poquito callejero, y hay que admitir que tiene bastante estilo cuando lo sueltas en la conversa.
"Jalá, caiga a la casa esta noche que vamos a armar parche con música, empanadas y chisme del bueno, eso va a estar una nota."