Se usa en Loreto para hablar del pata que desaparece como fantasma justo cuando toca chamba pesada. Es ese que se esfuma cuando hay que cargar cosas, limpiar o meter el hombro. Todos saben que existe, pero en el momento clave se vuelve cutipa y nadie lo encuentra. Y la verdad, da risa pero también dan ganas de jalarle las orejas.
"Oye, justo cuando dijeron que había que lavar los platos, el Chato se volvió cutipa, se fue al baño y ya no regresó hasta que todo estaba brillando."