Se dice de la mala suerte pegajosa que te persigue y no te deja en paz. También se usa para alguien que trae mufa o para la racha de desgracias en sí. En Catamarca, si te dicen que andás con yeta o que estás yetado, es que venís ligando una tras otra. Y sí, da un poco de cosa.
"No me invites a la cancha hoy, loco, que ando con una yeta tremenda: se me pinchó la rueda, me olvidé la billetera y el bondi me pasó por la cara."
Una manera muy tucumana de decir que algo o alguien trae mala suerte. Es como si la persona o situación tuviera un imán para las desgracias.
"No lo invites al partido, ese tipo es una yeta: empezamos perdiendo desde que llega."