Se usa para hablar de alguien que vive la noche como si fuera un gato callejero, siempre rondando por ahí, metido en carretes, en enredos amorosos y en situaciones medias turbias. Es el típico personaje que desaparece al anochecer y vuelve al amanecer con mil cuentos. Y hay que admitir que a veces da pura envidia su nivel de aventura.
"El Pancho otra vez no llegó a la pega, si ese loco anda a lo gato todas las noches, puro carrete, copete barato y quedando de mono en cada boliche de Temuco."