Se usa para decir que alguien anda bien perdido, sin rumbo claro, como dando vueltas por la vida sin saber qué onda. La idea es que, aunque el agua siempre termina en el mar, en el camino parece que va toda desparramada. Es una forma medio burlona pero también cariñosa de decir que alguien anda bien sacado de onda.
"Desde que lo corrieron de la chamba, el vato anda como agua pa'l mar, nomás dando el rol por el centro sin saber qué hacer con su vida."