Se dice de alguien que vive de prometer y hablar bonito, pero por dentro no tiene con qué sostenerlo. Como la guadua, que se ve firme y derechita, pero es hueca. Va de postureo, de puro cuento, y cuando toca cumplir se hace el loco. Sirve para bajarle el humo a los vendedores de humo.
"Ese man jura que ahora sí va a trabajar juicioso, pero anda en modo guadua: habla y habla, se toma el tinto y al final no hace ni el intento."