Se dice de alguien que va hecho un cuadro, con pinta de dejado, ropa arrugada, pelos locos y cara de no haber dormido en tres días. Es como ir por la vida medio zombi y sin ganas de arreglarse. Muy típico para describir resacas épicas o días en los que todo te da igual, y la verdad es que hace bastante gracia.
"Tú, maño, mírate al espejo, que hoy andas hecho un zarrio, pareces salido de una peña a las ocho de la mañana después de las fiestas del Pilar."