Se dice cuando ya estás listo para salir a janguear y lo anuncias con ganas, como quien prende el motor de la noche. Suele apuntar a La Placita de Santurce, pero también vale para cualquier spot de fiesta. Es ese grito de guerra boricua de: se acabó el día, ahora se bebe y se baila.
"Son las cinco y ya tengo la camisa planchá, papi. Arranca pa' la placita, que después no hay parking y nos quedamos viendo stories desde el carro."