Dicho sonorense para decir que te levantaste a una hora indecente, cuando todavía ni amanece bien y el rancho sigue dormido. Es como madrugar a lo bestia, ya sea por chamba, por viaje o porque te tocó. Suena chistoso y bien norteño, como de andar al tiro desde temprano.
"Este vato se levantó a arrancar pollos pa' irse a la obra y todavía tuvo tiempo de echarse un café, yo ni los ojos abrí."