Se dice cuando alguien se pone a hablar paja, a echar cuento sin llegar a nada o a decir vainas sin sentido, normalmente en plan relajado y sin mala intención. Es como estar divagando o vacilando, pero con ese sabor tachirense de “ya, deja la bulla y ponte serio un ratico”.
"Chamo, deja de caerte a vaina y pásame la llave 13, que la bici quedó a medias y si nos agarra la noche aquí, estamos fritos."