En Junín se usa para decir que alguien se esfuerza a lo bestia, le mete todas las ganas y termina molido. Puede ser por chamba, por estudio o por juergas, la cosa es que la persona se exige tanto que acaba hecha polvo. A veces suena medio exagerado, pero justo ahí está la gracia de la expresión.
"Yo mañana tengo examen y tú pensando en chelas, causa. Si salgo hoy me reviento estudiando toda la noche y al final ni rindo ni disfruto la juerga."
En Cuba reventarse es comer tanto que quedas doblado, con la barriga a punto de estallar pero feliz de la vida. Se usa cuando te das un atracón serio, de esos que después solo quieres tirarte en el sofá y no moverte más. Es casi un deporte nacional en fiestas y comidas de abuela, y la verdad es que tiene su encanto peligroso.
"Asere, fui al cumple de Yuni, me reventé de yuca con mojo, lechón y cerveza, y después no podía ni abrocharme el pantalón, parecía que tenía gemelos en la barriga."