Se usa cuando alguien por fin paga o suelta la plata después de tenerla agarrada más que abrazo de suegra. Es como ese momento glorioso en que el tacaño afloja el billete y todos respiran tranquilos. En Venezuela se oye mucho cuando hay deudas, favores pendientes o cuando alguien por fin colabora con algo de dinero.
"Chamo, después de tres meses de cuentos y largas, el jefe se bajó de la mula y por fin nos pagó las vacaciones, ya estaba a punto de vender el Play pa' comer empanadas."