Se usa para vacilar a alguien que está despistado, toma decisiones sin pensar o mete la pata de forma épica, como si el frío le hubiera congelado el cerebro. Es de esas formas cariñosas de insultar entre colegas, que suena fuerte pero en el fondo va con cariño. Y hay que admitir que la imagen mental es bastante graciosa.
"Pablo es un cabeza de gélido, salió sin cargar nafta, sin abrigo y sin señal en el celu, y ahora estamos clavados en la ruta con un viento que te vuela hasta las pestañas."