Se dice cuando algo te llega facilito, sin sudar la gota gorda, como si la suerte te lo dejara servido. La idea es que cae solito, como una papaya bien madura del árbol. Puede sonar a envidia sana o a que la persona siempre liga oportunidades sin mover un dedo.
"Miguel ni buscó chamba y ya lo llamaron de dos lados. A ese pata todo le cae como papayita, y uno acá chambeando como loco."