Se usa cuando alguien suelta una excusa tan jalada de los pelos que nadie se la cree, solo para zafarse de una promesa o chamba. Es como venderte una hazaña épica y al final no mover ni un dedo. Mucho verso, cero acción. Y hay que admitir que cuando se pasan de creativos con la excusa, da hasta risa.
"El pata juró que venía a ayudar con la mudanza, pero al final solo me cantó a la selva y se fue a chupar al bulevar con sus causas."