Verbo bien loretano para cuando alguien se pone a meter floro y a adornar la historia hasta que te la vende como si fuera verdad. Es exagerar, engatusar o chamuyar con cara de yo no fui, haciendo que lo imposible suene normalito. Se usa mucho para el pata que siempre tiene un cuento más bravo que el anterior.
"No le creas todo a Pablito, causa, ese ya está casaquiando otra vez: que el paiche le guiñó el ojo y el jaguar le pidió taxi por el río."