En Cusco se usa chapuchar para hablar de levantarse de madrugada, cuando todavía está oscuro y el gallo sigue dudando si cantar o seguir durmiendo. Es ese momento en que el cuerpo pide cama pero la chamba, la cosecha o la fiesta mandan. Suena tierno, pero en la práctica da una flojera tremenda, aunque tiene su encanto serranito.
"Hermano, mañana hay que chapuchar para ir al mercado de San Pedro, si no nos ganan las caseritas y nos quedamos sin queso y sin chicha"