En Aragón, sobre todo por la zona de la Franja, se dice chapurriau cuando alguien habla mezclando idiomas o los habla a medias, normalmente castellano con catalán o con aragonés. Es como un batiburrillo lingüístico, dicho con guasa, no siempre a malas. Vamos, que suena a mezcla improvisada y un poco caótica, pero muy de casa.
"En el bar, el Jorge se puso a hablar chapurriau con el camarero y acabamos pidiendo un bocata raro, pero nos lo comimos igual, maño."