Se dice cuando algo te sale bien de pura casualidad, por un golpe de suerte que no te esperabas. Es ese momento en que ibas directo al desastre y, de repente, la vida te guiña un ojo y zafás. También vale para logros medio de rebote, sin mucho mérito. Y sí, da un gustito bárbaro.
"Yo ya me veía recursando, pero de chiripa el profe me tomó justo el tema que leí en el bondi y zafé raspando."
En Misiones se usa chiripá para hablar de algo que salió bien de pura casualidad, casi de milagro, como si el universo te hubiera hecho un favor sin que lo merezcas mucho. Viene de la idea de la suerte inesperada que te salva a último momento. Es de esas palabras que explican mejor tu día que cualquier horóscopo.
"Casi pierdo el laburo por quedarme dormido, pero por chiripá el jefe llegó más tarde que yo y ni se enteró del papelón."