En Guatemala se dice cuando alguien queda tirado y bien quieto, normalmente dormido o medio noqueado, como perro echado que ya no se mueve ni aunque le hablen. Sirve para describir el sueño pesado después de una gran desvelada, una goma brava o una hartada. Suena chistoso y bien chapín.
"Vos, después del convivio el Mario se quedó chucho parqueado en la sala, ni con la música a todo volumen se despertaba."