Se dice cuando alguien te da un golpecito en la cabeza, normalmente con los nudillos, como regañina suave o para que espabiles. Puede ser entre colegas o en familia, con ese punto de cariño y de “a ver si te enteras”, pero sin mala leche. Duele un pelín, sí, y justo por eso funciona.
"Oye, deja el móvil un segundo, que te estoy hablando. Como sigas en Babia te cae un cocotazo y verás qué rápido espabilas."