Se dice cuando alguien se pone a soltarte un discurso larguísimo y pesado, normalmente de algo que te da bastante igual, y tú te quedas ahí por educación aguantando el chaparrón. Vamos, que te comen la oreja con un monólogo infinito y sin pausa. Muy de Madrid y muy de supervivencia social.
"En el bar, el colega del curro me dio la chapa con el crossfit y las proteínas, y yo asentía como un muñeco mientras buscaba una excusa para pirarme."
Se usa cuando alguien se pone pesadito hablando sin parar de lo mismo y te taladra la cabeza con el tema. Es como insistir y dar la brasa con historias, dramas o teorías que ya no te interesan nada. Vamos, que la persona no capta la indirecta de que ya estás aburrido y quieres huir.
"Tía, tu primo me estuvo dando la chapa una hora con las criptos y yo solo quería tomarme la caña tranquilo en el bar."