Expresión poblana para cuando decides mandar algo al olvido total, como si lo guardaras en un baúl polvoso que nadie abre jamás. Se usa para tareas, problemas o dramas que ya no quieres atender y prefieres hacerte loco. Es como decir que ahí muere el asunto, aunque sabes que igual un día regresa a cobrar factura.
"No manches, el trámite del SAT está bien engorroso, mejor lo dejo en el baúl y si me llegan los recargos ya veré cómo me hago güey con el contador."