Significa reírse muchísimo, a carcajadas bestias, de esas que te duele la tripa y casi se te saltan las lágrimas. Es una palabrota muy usada cuando algo es tan gracioso que pierdes la compostura. No es fina precisamente, pero tiene mucha fuerza y hay que admitir que cuando te descojonas de verdad se siente gloria.
"Tía, me puse a ver memes en el chigre y acabé descojonándome tanto que casi tiro la sidra por la nariz, el camarero flipando conmigo."