Se usa para hablar del momento en que se descorcha la primera botella y se desata la fiesta, sobre todo en fiestas de pueblo y vendimias. A partir del disparo de vino la peña se suelta, corre el vino como si no hubiera mañana y ya sabes que la noche se va a ir de madre, pero con mucha alegría.
"Teníamos pensado tomar solo un par de chiquitos y, claro, dieron el disparo de vino en la plaza y acabamos cantando jotas encima del tractor del tío Julián."