Expresión bien costeña y coqueta para decir que alguien es muy tierno, encantador y provoca puro apapacho. A veces se usa porque la persona es morenita o tiene el pelo rizado como coco, pero sobre todo es para resaltar que está sabrosito y cae bien. Es de esas formas de halagar que suenan dulces pero con su picante.
"Ve, primo, ese man nuevo del barrio es un dulcito de coco, todo sonriente y atento, hasta mi abuela quedó embobada con él en la tienda."