Se dice cuando a alguien le da un golpe de inspiración y, de repente, ve clarísimo qué hacer. Vamos, que le salta la bombilla y encuentra la solución en dos segundos. También puede usarse para una ocurrencia rápida o una idea ingeniosa en medio del lío. Muy de andar por casa y con sabor rural.
"Llevábamos una hora peleándonos con el riego y nada, hasta que el Javi echó un chispazo, cambió la goma y en cinco minutos estaba aquello fino, fino."