Se usa en la Costa Atlántica para hablar de alguien que adorna una historia metiéndole detalles inventados o súper exagerados. Es el típico pana que cuenta algo normalito y lo vuelve una película de acción. No siempre es mala vibra, a veces es solo por echar cuento y entretener, pero toca saber que le mete bastante fantasía.
"Hermano, tú sí le echas harina al caldo, anoche solo se fue la luz un ratico y ya andas diciendo que sobreviviste a un apagón mundial en el barrio."