Se dice cuando alguien se pone en modo conquista y le cae con toda a otra persona: piropos, miraditas, sonrisita y hasta el pasito ensayado. Vamos, que está echando los perros sin disimulo, buscando que le paren bolas. En Sucre se usa mucho para señalar al que anda de lanzado y cree que con labia enamora.
"Mira a Juanito, echándose el perro a Dayana en la esquina, tirándole piropos y haciendo ojitos. Cree que con esa labia la va a enamorar y ella ni le para bolas."