Expresión muy de confianza para decir que te vas a echar una siestecita corta, casi siempre después de atascarte de comida. Es como un descanso rápido para bajar la panza y recargar pilas sin sentirte tan flojo. Suena tierno, pero todos sabemos que a veces el famecito se convierte en sueño de tres horas.
"Güey, después de esos tres tacos de barbacoa y el consomé, me voy a echar un famecito porque si no, en la junta me quedo dormido con la boca abierta."