Se dice cuando te pegas una siestica corta, de esas que son más un pestañeo que un sueño de verdad. Es descansar un ratico para recargar y seguir, sin tirarte toda la tarde en la cama. Muy de andar con el tiempo justo. Y sí, suena medio absurdo, pero se entiende perfecto.
"Chamo, estoy reventado, me voy a echar una dormida de gallina de diez minutos y vuelvo pa' seguir con la vaina."