En Áncash se usa jatear para decir que alguien se va a dormir o está durmiendo bien rico, a pierna suelta, sin preocuparse de nada. Es como desconectarse del mundo y dejar que el sueño te reviente. Muy típico después de un buen almuerzo o cuando el cuerpo ya no da para más, y la verdad es que sienta glorioso.
"Oye causa, después de esa pachamanca con chelitas en el pueblo me fui a mi cuarto y me quedé jateando hasta que los gallos ya estaban cantando otra vez"
En Junín, jatear es largarte sin hacer bulla, desaparecer de una reunión como si te hubieras teletransportado. Se usa cuando alguien se va a la mala, sin despedirse, a veces para zafar de la cuenta, del roche o de una bronca. No es que sea ninja de verdad, pero la jugada es bien sigilosa.
"Estábamos en la chela y, cuando tocó poner para la jarra, el pata se jateó sin avisar. Lo buscamos por todo lado y nada, ya estaba camino a su jato."
Verbo coloquial para decir dormir o irse a dormir, normalmente cuando ya estás reventado y te vas a caer de sueño. Es de esas palabras que suenan a que te desplomas en la cama y apagas el mundo. Se usa mucho en plan casual entre amigos, como quien dice me voy a la piltra y listo.
"Causa, ya son las diez y mañana chambeo temprano, así que me voy a jatear de una antes de quedarme frito en el sillón."
Forma coloquial de decir que alguien se va a dormir o descansar. Perfecto después de un día de chamba duro.
"Hoy sí que me he sacado la mugre en el trabajo, ¡voy a jatear temprano!"
En Arequipa usamos jatear para decir que vamos a dormir, ya sea una siesta corta o caer rendidos toda la noche. Es como desconectarse del mundo y quedar planchado en la cama, bien a gusto. Viene perfecto después de un buen almuerzo contundente, y la verdad es que solo de oírlo ya entra sueñito.
"Hermano, después de ese rocoto relleno con su chelita helada, estoy que me caigo, voy a jatear un rato antes que me quede dormido en la combi."