Se usa para hablar de alguien que está todo embobado, ya sea por un crush, por una idea loca o por algo que le voló la cabeza. Anda como con lucecitas en los ojos, medio ido, sin aterrizar en la realidad. Es ese estado de enamoramiento o fascinación intensa que hace que uno parezca medio bobo, pero con su encanto.
"Desde que Juan vio a María anda encandilao por todo el pueblo, se tropieza con los huecos, saluda a los postes de luz y todavía jura que todo le está saliendo de maravilla."