Se dice de alguien que está todo encogido, hecho un ocho, ya sea por cansancio, resaca o porque lleva un rato largo tirado en el sofá sin moverse. También puede usarse para alguien que va caminando doblado de frío o de dolor. Vamos, que estás tan reventado que tu cuerpo parece una croqueta mal doblada.
"Entre la rasca que hacía y la resaca del botellón, iba yo por la calle más engurruñío que la abuela cuando se queda frita en el sillón viendo la novela"