Se usa para decir que alguien está súper despistado, empanado total, como si estuviera en otro planeta y no se enterara de nada de lo que pasa a su alrededor. Es la típica frase que suelta el profe, la abuela o el colega cuando te quedas mirando al infinito. Y hay que admitir que tiene bastante gracia.
"Tío, estabas a la luna de Valencia en el examen, te pusieron la respuesta en la cara y tú pensando en el bocata de después"