Se dice cuando alguien anda súper metido en algo, con una pasión que se le nota en la cara y en la energía. Está tan entusiasmado que no habla de otra cosa y se le va el tiempo volando. Muy de la costa, con ese saborcito de “estoy en mi elemento”. Vamos, que está embalado y feliz con lo suyo.
"Desde que se metió a bailar champeta, Miguelito está apasoniao, no suelta la música ni pa' almorzar y ya quiere presentarse en la plaza con los parceros."