Expresión mendocina para bardear con cariño a la persona que siempre cae tarde, como si fuera una estrella de rock y todos tuviéramos que esperarla. Es ese que nunca llega a la hora pactada y encima aparece relajado, sin culpa. Básicamente, el típico colgado que se hace desear. Y hay que admitir que a veces da risa, pero también dan ganas de matarlo.
"Che, el Nico otra vez estuvo de remanyanero, cayó a las diez cuando ya habíamos bajado toda la birra y la picada, y encima el caradura preguntó si quedaba salame."